El caudal de las letras

POZO DE LOS DESEOS En el pozo del deseo de tus labios, caen mis besos tropezando, ardientes entre dientes, lengua sedienta de tus manos. De tus besos acaramelados, ¡ay! muchacho... cuando sueños derramados sobre el asfalto.  Perdidos en los pensamientos, del sueño de tus labios, van brotando algo hambrientos, besos de otros lados. Bocas de mentiras, que bailan sobre el tejado, donde los gorriones cantan,  que lo nuestro es pecado.  Pero yo digo que es mentira, que nuestro amor es sagrado, construido de la desidia, de quienes caminan a nuestro lado. En el pozo... cuántas veces has soñado, con cambiar algunas cosas, que pertenecen al pasado. 

SIN QUERER CRECER Caminado por el monte, encontré un campo de violetas y me tumbé sin más. Mirando como el tiempo hacía pasar las nubes,  miéntras el sol se escondía tras ellas.  Y me acercó a la niñez, al olor de la ropa que había en el armario,  a la suave brisa,  que sin prisa acariciaba mi piel.  A todos aquellos momentos,  en que la vida tenía otro sentido,  con prisa por crecer.  Por descubrir un mundo de aventuras, por sentir el amor en la piel.  Pero todo eso no son más que recuerdos,  que difícil es tener ya algunos años y sentir que no todo es como ayer.  Que las prisas se han instado en mi vida,  siempre hay algo que hacer.  Pero aquí estoy,  tumbada en un campo de violetas,  reviviendo mi niñez.  Volviendo a ser la niña de entonces,  pero ahora, sin querer crecer. 

HABLANDO DE DE ALMAS Desde mis ojos cansados, hay imágenes que se mantienen en el recuerdo,  por eso hoy vine a verte.  Vine, a empaparme de tu alma por unos minutos,  solo a eso...  para que perdure tu imagen en mi.  Para sobrevivir al deterioro de mi mente,  que está cansada. que ya comienza a perder la lozanía de la juventud.  Y me perdí en tu piel,  con el alma al descubierto,  porque cuando dos almas se encuentran,  después de haberse amado tanto,  un eclipse estalla, esparciendo una luz...  creando una estrella.  Y así, cada vez que miremos al cielo,  sabremos donde está nuestro hogar, porque tu alma y la mía,  ya nunca se podrán separar. 

LA LOCURA DEL QUERER Ya llevo arrastrados unos años y digo arrastrados porque el peso del amor va conmigo.  Siento la nostalgia de aquellos años heridos, tocados por amores no correspondidos.  Pero qué es el amor, si nunca lo he sentido, quizás sea una mujer que cuide de nuestro nido.  Que te haga la vida fácil y cuide de nuestros hijos. Que mantenga la cama caliente, en los inviernos fríos.  No sé... No sé ni lo que digo. Porque otros me cuentan, lo que por amor han sufrido, pero ya tengo más de cincuenta y un mundo conseguido. Y por las ventanas abiertas, por las que tú te has metido, entran mariposas sedientas, revoloteando sobre mi ombligo.  Y ahora me toca escoger, entre mi mundo y la locura del querer. Y no quiero... y no sé... que debo hacer. Lloro sobre mis sabanas blancas, el impulso del placer, que me producen tus labios, cada anochecer. Y cierro los ojos y te veo sonriente, con los cabellos de oro, caer sobre tu frente.  Y pienso... con dudas existentes, si me ha

LLÁMALO DESAFÍO  Se me antoja mirarte entre los espejos del olvido, tu imagen no es la de antes, pero aún así te miro. Ahora tienes arrugas en los ojos y tu cuerpo no está definido,  pero me gustas más que antes,  llámalo si quieres olvido.  Ya poco recuerdo de entonces,  cuando eras un desconocido,  yo nunca te miraba,  pero ahora sí te miro.  Serán las canas de tu pelo, serán tus ojos definidos, será tu sonrisa de ángel, serán... los años vividos. Dentro de ese cuerpo tuyo, hay sueños cumplidos, pero cuéntame... si de amor, tú has sufrido. Ya no te veo como antes, llámalo si quieres olvido, ahora eres más interesante, será porque entre tú y yo algo ha ocurrido. No le llames amor, llámalo desafío, por vivir una pasión, que nunca habías sentido. ©Montserrat García Pino 

ME BUSCARÁS  Me buscarás, en el olor aturdido del viento y entre sus matices creerás haberme encontrado.  Pero no...  No me encontrarás...  Apareceré desnuda en tus sueños,  y correrás a mi encuentro,  pero no seré yo.  Llorará la lluvia en tus ojos  y en tus recuerdos se encenderá una llama,  una llama débil que en silencio se apagará.  Y te dolerá...  Como nunca te ha dolido el alma,  pensado en que hiciste mal.  Me buscarás en el olor de tu cama y en los rincones prohibidos de tu altar.  Me llamaras por mi nombre,  en el desorden de unos versos improvisados,  quemados en el fuego de tu hogar.  Me buscarás en otros cuerpos,  que con dulzura te abrazarán y cuando despiertes en ellos,  te ahogará la desidia de no poderme encontrar.  Yo te quise...  Y tú... cabe esperar,  que me tenias tan segura.  que me podías descuidar.  Y ahora lloras en silencio y tus lágrimas van al mar,  donde mueren los recuerdos,  que con el tiempo,  se apagarán.  Y tú... me buscarás, como en esos s

MI VERDAD Mi verdad... gran desconocida, inquieta e inquietante, voz sumergida. Oculta entre el enjambre, de mariposas aturdidas, que habitan en mi estomago ahogando mis días.  Llena de secretos, que nadie descifra, la verdad esta en el arte,  que mis letras explican.  Verdad insaciante, que va a la deriva,  subiendo a lo más alto,  para caer a toda prisa.  Y mi mundo apremiante,  bajo el péndulo que oscila,  se derrumba en un instante,  reconstruyéndose en un día.  En mi verdad...  hay una niña escondida, que te cuenta secretos,  que nunca creerías. 

LAS LETRAS DE UNA CANCIÓN  Te voy a hacer un collar con mis lágrimas,  hembra distante y deseada,  la rosa más bella con espinas,  la nínfula que destroza mi alma.  Te voy a regalar un vestido de besos, para que tu seda arda en mis manos y con el calor del deseo,  nos amaremos como dos extraños.  Con el juego que eso implica, tus senos en mis manos, mis labios llenos de caricias, de un romance muy temprano. Te voy a engalanar con suspiros, para que tu alma no tenga medida y con la suavidad de un susurro,  te voy a quitar las espinas. Bella dama de rojos instintos, de amapolas rojas en el verde trigo, quien pudiera besar tus labios, con el aroma del lirio. Piel blanca de seda virgen, con pómulos de melocoton, ojos negros como el azabache, cabello rojo como el corazón. Te voy a coser una alas, para que vueles a nuestro rincón, en la espesura del bosque, donde te entregué mi amor,. Y allí desnudaré tu cuerpo, ofreciéndote mi pasión, mil besos enamorados y las letras de una can

QUIERO REGALARTE... No se como regalarte esto,  quizás no lo quieras,  o no sepas como usarlo.  A ti, que dices no haber amado,  a ti... quiero entregarlo,  mis risas en el desayuno,  mis besos... más depravados.  La locura que nadie conoce, mi cuerpo salado, el otro lado de mi cama, donde nunca has estado.  Porque tú eres el puzzle,  donde encajan mis piezas,  la razón oculta,  de dónde salen mis letras.  El sentimiento perdido,  que de ti ha nacido,  bajo la mirada oculta,  de un desconocido.  A ti... que sabes querer,  como nadie me ha querido,  curando mi piel  y mi corazón herido.  Solo a ti quiero entregarte,  este regalo sin brillo,  no es una joya ni un diamante,  solo es un amor, que junto a ti a nacido. ©Montserrat García Pino 

DE VIDRE I MEL  Sota aquet cel,  de vidre i mel, de confitura,  blanc i vermell. D'amples finestres,  on corre el vent, de portes obertes,  sota aquet cel.  S'escolta el cant,  d'un ocell,  amb el bec d'or,  sota aquet cel.  Creix la rosella,  entre el blat verd i els arbres ballen,  sota aquet cel.  Els somnis bateguen,  será de fret i la sorra s'escampa,  si bufa el vent.  I volan les paraules, sense di res sota aquet cel, de vidre i mel. ©Montserrat García Pino 

MUSAS DEL SILENCIO Cuando las musas del silencio, se ocultan en mi mente, puedo escribir secretos, que no conoce la gente. Puedo plasmar historias, sobre el papel inerte,  puedo soñar vivencias, puedo en sueños tenerte. Y la melancolía viene a mí,  sin yo ser consciente y es que no puedo vivir,  si tú no estás presente.  Llámame loca... por desear verte, por recoger los besos, que vuelan en mi mente. Pero un otoño sin ti, descoloca al más fuerte,  por eso hazme feliz,  simplemente con verte.  Mirarte a los ojos sin fin,  con esos labios sonrientes y preguntame al oído también,  si tenía ganas de verte.  Y dime... que lo soy todo para ti,  que estoy siempre en tu mente y si no es así,  por favor, miente...  ©Montserrat García Pino 

BLANCA TENTACIÓN  El jardín de su cuerpo,  tiene rincones prohibidos, suaves amapolas, dulces flores de lirio. Blanca piel de nácar, bañada en el río, que alborota a los peces y a mi corazón dormido.  Quién sembrara sus mieles,  bajo el manto frío,  de esas mansas aguas,  donde nada el delirio.  Miro su piel desnuda, miro... y miro... sin tener conciencia, de que tiene que ser mío. Ese cuerpo blanco, que embriaga al olvido, entre las mansas aguas, que ahora son su abrigo. Y me oculto trás la sombra, del cerezo dormido,  contemplando su cuerpo,  soñando, que es mío.  Sus pies blancos... tienen que estar fríos y mis labios corren,  a besar su ombligo. ©Montserrat García Pino 

COMO CUANDO ERA PEQUEÑA Quisiera enamorarme de la noche, de las luces que parpadean en el horizonte, de los susurros que se escuchan sin voces, de las estrellas pequeñas que no tienen nombre. Del olor a fresco que desprenden las flores, de la húmeda acera que cruzan los hombres y del impávido sonido,  que se oculta en la noche.  Quisiera...  Desterrar esto que oprime mi pecho y sin pudor en mi lecho besarte,  agarrarme con fuerza a tu cintura y perderme en el olor de tu piel madura.  Sentir esa locura que acompaña a los sueños y dejar escapar a esa niña que llevo dentro, creer que está vida no tiene fin y que siempre felices jugaremos en el jardín.  Porque es esta la vida que quiero,  olvidarme de los problemas y sentarme en el bordillo de la acera,  como cuando era pequeña.  ©Montserrat García Pino 

ATAJOS Nos separan,  tres esquinas del barrio  y aún asi me pierdo en las aceras,  buscando tus labios.  Tus ojos son palabras,  que miran sin hablar,  tus manos el refugio,  de una noche de verano.  Será que por eso te amo,  porque el frío del otoño,  poco a poco va llegando  y sigo perdida entre aceras  y el acero sin vida,  de las farolas del barrio.  Y sin querer voy buscado,  los atajos que conducen a ti, calle arriba...  calle abajo...  Hasta que un día sin buscar,  cuando ya no pensaba en ti,  pasas por delante de mi puerta y yo me quiero morir.  Otra vez revuelves mis instintos,  yo que creía haberte olvidado,  vas y apareces,  a tres esquinas del barrio.  ©Montserrat García Pino 

SOY EL FANTASMA DE AYER Soy el veneno del deseo que recorre tu piel,  la fantasía de una noche y el susurro que oyes,  cuando estás con él. Soy el fantasma de tus sueños, cuando en la noche me recuerdas y el delirio de tenerme, te acerca a él. Soy el que cada día te despierta, con un mensaje en la piel, el que sin comida te alimenta, yo soy, aquel. Aquel que un día conociste y por culpa del orgullo no pudiste tener, y sin saber ni cómo,  perdiste el tren.  Y ahora simplemente te preguntas,  qué habrá sido de él  si tanto me quería,  por qué no insistió en volver.  Y a eso solo puedo decirte,  que me arrancaste la piel y sin poder soportarlo,  me volé la sien.  Por eso tu me sientes,  cada amanecer,  porque el fantasma de mi cuerpo,  salió para hacerte florecer.  Y ahora soy el agua, donde bañas tu piel y las sabanas que cubren tu cuerpo, cuando desnuda estás con él. ©Montserrat García Pino 

HOY VOY A ESCRIBIR  Verso a verso, voy construyendo mi camino, un camino plácido al andar y en cada cruce divago, buscando la tempestad. Esa que me producen tus ojos, azules como el mar, cuando te pones nervioso, y tu mirada quieres ocultar. Vivo en la mentira, cada despertar, contagiada de alegría,  con cosas que contar.  Y hoy amenaza lluvia,  a través del cristal y voy a pisar charcos,  como cuando tenía otra edad.  No quiero perder la vida, sin antes saber amar, cada pequeña cosa, que pocos saben apreciar.  La lluvia...  el mar...  los luceros en la noche,  tu despertar. ©Montserrat García Pino 

VIVIR EN LA MENTIRA Vivir en la mentira es una ilusión,  son sueños cristalinos,  que se rompen por momentos,  sin a penas hacer ruido.  Es danzar bajo la lluvia,  sin mojar tus delirios,  es rozar tu cuerpo desnudo,  con un gesto destruido.  Vivir de la nostalgia,  que habita en nuestro nido,  para después caer en el abismo,  de un tremendo vacío.  Porque al final, vives en tu propia mentira, sin distinguir la realidad, de esos sueños que tenías. Ilusiones rotas, en el caminar de tus días, vivir en la mentira, destruirá todo aquello que querías.  Quizás logres sentirte querida, pero a qué precio, vive en la realidad y olvídate de la mentira.  ©Montserrat García Pino 

Y LE PEDÍ UN DESEO Anoche vi una estrella fugaz,  cerré los ojos y sentí tus labios,  apoyados en los míos y jugando con miradas, fui tuya.  La soledad me hizo llorar,  pedí un deseo,  sediento de besos  y cálidos abrazos.  Pero la mágica se dejó vencer, colgada como títere de la noche, entre las cenizas, de una eterna soledad.  Quisiera sacarte de mis sueños para hacerte real,  para no querer dormir si no es en tus brazos,  para sentarnos mirando la luna,  estremeciendose por nuestros besos.  Sentir que la soledad se evapora, como esa niebla nocturna, que no me deja ver tus ojos,  en las noches de sueños.  Y le pedí a la estrella un deseo, solo espero que al despertar, te encuentre a mi lado, por toda la eternidad. 

EL SEXO ES El sexo no trata de quien lo hizo mejor,  ni de quien está mejor dotado,  ni de cuantas experiencias tuviste.  El sexo son las miradas,  que sin palabras,  sabes que el deseo te ha atrapado.  Son los besos que hacen estremecer tu estómago,  son las caricias que atraviesan la piel.  Es el recuerdo y el deseo,  de volverlo a tener.  De sentir esa sensación paz y guerra a la vez.  Son los muros que debes saltar, para tener un encuentro otra vez. El sexo es saber jugar en otro idioma, conocer los deseos del otro y profundizar en cada rincón.  Dar más que recibir  y estar dispuesto a volar con la imaginación.  El sexo es...  en toda su definición,  el conocimiento de la persona que se entrega a ti. 

PIES DESCALZOS, SUEÑOS Y MELANCOLÍA  Jamás comprenderías, las cosas que ocurren en mi mente, mi manera de pensar, mis sueños del presente. Porque tú, habitas en otro mundo, un mundo lejano al mío, un mundo diferente. Nunca los días son iguales, el rodar de las piedras bajo el río, los minúsculos insectos en las flores, las batallas de las olas del mar,  las calles llenas de gente. Yo me paro a mirar las estrellas,  miéntras tú, tremenda osadía,  pasas el día sin sentir,  el ruido que hace cada una de ellas.  Y la calma ha llegado a mi vida,  observo y disfruto,  de esas cosas minúsculas,  que lamentablemente nunca hay tiempo de mirar.  Y cada uno en mundos diferentes, va avanzando por la vida, pies descalzos, sueños y melancolía. Las noches ya son frías  y no dejo de soñar,  quizás algún día sea mía,  esa mirada tuya,  que no me deja respirar. 

CELOS Son tus manos las que anela mi cuerpo, tus ojos mirando mi piel, tus labios posados en los míos, jugando con la desnudez. Y así comienza mi día, de una mañana sin él,  abandonado el nido, para después volver.  Y es cuando más te añoro,  cuando vuelas sin saber,  a quien dedicarás tu sonrisa,  quizás a otra mujer.  Y el diablo me cuenta pecados, me dice que eres infiel, que hay besos desmesurados, entregados a otra piel. Y no quiero creer, pero creo, la incongruencia del ser, la ira recorre mi cuerpo, como veneno bajo mi piel. Y este es el desvarío, que mi mente suele tener, hasta que llega la noche y me regalas todo tu ser. 

SERÁ...  Será tu cuerpo el que caliente  y seque la lluvia del mío,  serán tus manos, las que acaricien mis sentidos. Serán tus labios, los que se posen sobre los míos, serán tus oídos, los que recojan mis gemidos. Serán tus sueños, los que se enreden en los míos y en una nube blanca, construiremos nuestro nido. Será el viento,  el que nos lleve junto al río y la verde hiedra, la que unirá tu cuerpo al mío. Será que ya llegó el frío  y sin el abrigo de tu cuerpo, siento...  que desvarío. 

LA NOCHE ESTRELLADA Me senté al borde del abismo,  contemplando la nada,  el silencio oculto,  entre los sonidos más callados,  sus miserias derramaba.    Y sin despertar de ese sueño,  que me tiene atrapada,  estallé,  grite con fuerza a la nada,  que callada,  me lo devolvió como un eco.  Sin apenas fuerza,  así me llegaba  y retumba una y otra vez,  en la noche estrellada.  Con calma,  allí sentada,  escudriñé lo que pasaba y es que el mundo no se detiene.  El reloj de arena no se para,  el agua del pequeño riachuelo,  baja brava y eso me hace pensar,  que esta vida se acaba.  Caducó el corto viaje,  que la vida me regalaba y sin remedio alguno,  la noche continuará sin mí, estrellada. 

ESCRIBIRÉ NUESTRA HISTORIA DE AMOR Sobre tu piel de papel, voy a escribir mil poemas,  la letra de una canción  y relatos de una novela.  Sobre esta historia contaré,  solo los momentos bonitos,  para recordarlos, tal vez,  cuando seamos viejitos.  En ellos te desnudaré, no de ropa, si no de alma, y después te besaré, sobre las sabanas de la cama. Sobre tu cuerpo caeré, como una sedosa pluma, dibujando sobre él, nuestra imagen desnuda. Tatuaré sobre tu piel, todos los besos que nos dimos,  las caricias con sabor a miel y tu nombre junto al mío. 

MI HOMBRE Mi amor por ti,  es más profundo que un océano,  más inmenso que un glaciar, más oscuro que el universo. Cuando te hablo de amor, no es un cuento de princesas, es la eterna tempestad, que siento cuando me besas. Es la locura de atar, sentir tu mirada intensa,  tus manos al caminar,  tus besos cuando despiertas.  Y en el silencio de la noche, sin apenas hacer ruido,  tú entras en mis sueños y siento un escalofrío. Y es tu cuerpo temeroso,  el que se abraza al mío,  protegiendome de los demónios,  de un oscuro avismo.  Despertando en el altar,  de esos dioses sin nombre y al oído me dices bajito,  no temas, soy tu hombre. 

NECESITO TU OTOÑO Necesito un otoño lleno de nostalgias, un otoño que sea frío,  para caer en tus brazos  y en ese corazón que es mío.  Necesito tenerte, desprenderme con sigilo, de estas cadenas que me atan, con alambre de espino. Y sentir el aire fresco,  acariciando mi ombligo,  necesito tus palabras,  atravesando mi oído.  Beber la dulce sabía, que de tu cuerpo ha salido y fundirme en el pecado, que habita en nuestro nido. Hoy quiero el frío intenso, para tener tu abrigo, notar que me has rozado y sentir un escalofrío. Necesito un otoño helado, para pasear contigo,  entre aquel pueblo en ruinas,  donde nos conocimos.  Necesito tu otoño, desnudo junto al mío y bajo la lluvia seca,  perder los sentidos. 

PERO TÚ NO TE ATREVES Me gustaría ver esa sonrisa,  que se te escapa cuando me lees y cuando tú me contestas, cuánto me quieres. Me gustaría acortar la distancia, salir de estas cuatro paredes, para volar a tu lado, si es eso lo que quieres. Soñar con el infinito, de esos ojos que me pierden y llenar de besos tu boca, bajo esa luna que se enciende. Me gustaría...  pero no se puede,  acariciar las estrellas,  en una noche de nieve.  Me gustaría... tú ya me entiendes, beber la esencia de tu cuerpo, cuando se enciende. Y junto al fuego del hogar,  unir nuestras pieles,  para después hablar,  pero tú no te atreves. 

EL BAÚL  Como en un baúl de viejos recuerdos,  el olor de las cosas es uno de ellos.  ¿Cómo huele la lluvia?  ¿A qué sabe el deseo?  ¿Cómo son tus sueños?  Todo está ahí y depende del momento.  ¿Cómo sabe mi piel o mis rincones?  Sabe al deseo que despiertes con tus caricias, palabras o emociones.  Y aunque la lluvia siempre será esa amalgama de olores. Mezcla de humedad, polen y tierra.  Ese aroma tierno y relajante.. tu piel me intriga porque como digo,  en cada momento tendrá un aroma y un sabor distinto.  Pero seguro... que siempre, con el ingrediente del deseo.

A mi amada madre, que quiero tanto. Se lo digo y solo ríe.  CUANDO LA LUCIÉRNAGA SE ENCIENDE  Con la sonrisa en sus ojos,  despierta cada día,  su gesto amable y bondadoso,  la acompaña en su vida.  Solo mira y sonríe,  ha olvidado que decía y con gestos te dice,  hay un pajaro, mira mira.  Una luciérnaga se enciende,  en su memoria dormida,  y arranca a hablar,  pero otra vez se le olvida.  Parece que lo entiende,  ella ríe si la miras y agarra mis manos, que ahora están frías. Su mirada distraída, parece que este pensando, ¡ay lo que daría! por entrar en su cabeza,  solamente por un día.  Creo que ya no me conoce,  le pregunto y está vacía,  donde están los recuerdos,  que ha cosechado su vida.  Aún recuerda su nombre y a ese hombre que la mira, a veces sueña despierta, cuando la luciérnaga brilla.

LA TUVE, ERA MÍA  La tuve entre mis manos, en el holocausto de sus días, cuando la tristeza de sus ojos, amor a mí me pedía. Y la vi brillar, a pesar de su agonía, con sonrisa fresca, despertando cada día.  Y la cuidé... como ella merecía, apoyando sus triunfos,  valorando lo que hacía.  Y la tuve entre mis brazos, bailando su melodia, borrando su pasado, que es lo que más le dolía. Y así año tras año, la tuve, era mía, pero un ladrón se la llevó,  me robó lo que más quería. Sus manos blancas... sus abrazos...  sus ojos color miel, su sonrisa,  el aroma de su piel y su cara, cuando dormía. 

VINO DE OLVIDO Lléname el vaso, que hoy quiero olvidar, todo el amor que he entregado, a cambio de mi libertad. De mis sueños olvidados,  de mis ganas de volar,  de los años que he pasado y que no quiero recordar.  Vuelve a llenarlo, que hoy te voy a contar, todas esas historias, que mi alma quiere ocultar. Todos esos delirios, que a mí me hicieron  soñar, sin llegar a descubrirlos, por falta de libertad. Llena también el tuyo, que así podremos hablar, sin tapujos y sin orgullo, de lo que va a pasar. Voy a alzar el vuelo,  contigo a algún lugar y olvidar el pasado,  porque se que tú, me vas a ayudar.  Y así brindaremos,  una y otra vez más,  hasta caer rendidos,  entre la bravura del mar. 

ME HAN DICHO  Me han dicho que estas hecha,  de engaño y olvido, con profundas cicatrices, con frío y sin abrigo.  Que tus canas son de dolor,  de insultos y desafíos y entre tus arrugas escondes,  un amor no correspondido.  ©Montserrat García Pino

TE BUSQUÉ...  Te busqué... Entre los silencios de mi tempestad,  entre los suburvios de aquella gran ciudad,  entre las cenizas, de aquel viejo volcán.  Te busqué... Y caminé sin mirar atrás, con lágrimas en los ojos y no te pude encontrar.  Las calles acusaban tu ausencia, las miradas de indiferencia, los suspiros adormecidos, de una noche de incoherencia. Te busqué... Y el reloj marcaba las diez y con arrugas en la piel,  te busqué...  El viento me traía tu aroma,  con el olor de tu alcoba,  pero mis ojos seguían,  sin poderte ver.  Te busqué...  con el corazón herido y mis sueños aún dormidos,  blanqueaban mi sien.  Te busqué...  Sin saber que nunca te habías ido,  porque estabas escondido, entre los pliegues de mi piel. 

MARIPOSA SIN ALAS Ámame en el valle de las mariposas, en el bosque húmedo de su morada, donde las flores crece vigorosas, tras las primeras lluvias de temporada. Aquí... Donde los rayos de Sol se esconden,  bajo las altas copas de los árboles , donde el olor a musgo penetra, aquí... Solamente aquí, ámame...  Que yo desnudaré mi alma y la taparé con hojas secas,  ocultándome de las miradas,  de los ojos que no respetan.  Quiero sentirme flor, de una eterna primavera, cubierta de pétalos y mariposas de alas abiertas. Quiero sentirme viva y olvidarme de las flaquezas, acariciando los sueños,  que rondan en mi cabeza. 

NO ES ANGEL NI DEMONIO Sobre el suave satén de su piel, solo reposa una sabana, con dulce olor a miel, así es como duerme mi amada. Apenas se oye respirar,  su sonrisa depravada,  yo la miro a través del cristal y parece que tenga alas.  No es angel ni demonio,  es una mujer preparada,  para ofrecer todo el amor,  al que ella está acostumbrada.  Despierta abriendo sus ojos,  con una inocente mirada,  que parece que salga el sol,  de una eterna madrugada.  Me mira resplandeciente y me invita a entrar en su cama, y no hay lucura más grande, que dormir después de amarla. Somos dos cuerpos sudados, unidos por las miradas, rebosantes de placer, después de la gran batalla. No es angel ni demonio, tampoco es buena o mala, es el infinito cielo, que un día me robó el alma. 

BUSQUEMOS EL INVIERNO Acompáñame... Que la noche es oscura,  ven...  Que iremos a buscar un glaciar.  Agárrame de la mano, no me vaya a perder, que el invierno está lejos,  más allá del atardecer.  Cuéntame mientras volamos, como tiene que ser, ¿un invierno frío para poderme abrazar?  con las noches largas,  para poder gozar.  Sujétame por el ombligo, que así será más fácil volar, atravesemos las nubes,  hasta llegar al glaciar.  Allí siempre será invierno,  con nieve blanca,  blancas nubes,  y un paisaje que admirar Y desnúdame frente al fuego,  que así caliente me mantendrá,  sumida entre los deseos,  de nuestro despertar.  Allí seremos felices,  solos... Tú y yo nada más,  huyendo de las directrices,  que el mundo quiere marcar.  Cójeme de la mano,  apura... No pienses más y vamos en busca del invierno,  que el verano me hace sudar. 

 

ENTRE LOS NAUFRAGIOS DE ESTE AMOR El atardecer me llama con el timbre de tu voz y no sé si son los recuerdos, pero me embarga la nostalgia. Tú que fuiste mi universo, la estrella fugaz que atravesó mi alma y ahora quedó fragmentada en mil pedazos. Te vi partir entre la gente, sin mirar atrás, como aquel que huye de su peor enemigo. Que fue lo que hice, que tanto dolor te causó, para no querer enredarte en mis raíces.  A caso llené de dudas tu existencia,  yo que siempre te entregué mi amor,  jugando con la inocencia,  volando de flor en flor.  Fuiste mi elegido y no sabes lo que me costó,  dejar mi mundo sumergido,  entre los naufragios de este amor. 

Ya tenemos logo. 

AMOR ETERNO Cuando los ojos se besan primero,  solamente con la mirada,  lánzate al juego del abismo,  no esperes que él lo haga.  Porque los ojos ya saben,  con pasión descontrolada,  que quieren besar tu boca,  de sonrisa nacarada.  Y no temas caer en las brasas,  si los ojos besaron primero,  porque las miradas entienden,  del deseo de un te quiero.  Un te quiero de palabras,  puede no ser sincero,  pero cuando los ojos hablan,  es amor verdadero.  No cierres los ojos al besar,  míralos muy adentro,  y si se enciende la llama,  sabrás que hay sentimientos.  Y si algún día te preguntan,  que fue de lo nuestro,  no respondas con palabras, que sean tus ojos los que hablen,  de este amor eterno. 

LA FRAGILIDAD DEL DESEO Con la fragilidad que crecen las flores,  acaricias por el suave soplo del viento,  así son tus manos,  con las que recorres todo mi cuerpo. Dedos de seda,  de un ardiente deseo,  que caminan desnudos,  entre el terciopelo.  Con que fragilidad me amas,  mi complaciente Romeo,  entre las sabanas blancas,  que huelen a romero.  Son tus besos néctar de flores, de comienzos de enero, cuando el frío se agita,  bajo el mismo cielo.  Y nadie grita,  ni siquiera el jilguero,  solo se escucha tu voz,  cuando dices te quiero.  Y la piel se me eriza, al sentir tu cuero,  y el silencio me grita,  que es amor verdadero. 

SIEMPRE TUYA Dejaré que tu carne arrebate todos mis miedos y sin rendir cuentas a los pecados,  vaciaré mis bolsillos.  Me sentaré frente a tu osadía,  mirándola a los ojos,  sintiendo el gozo de tu piel en la mía.  Y me dejaré llevar,  a ese infierno que has preparado para mí.  Seré tu compañera,  tu fantasía más oculta y haré realidad tus sueños más oscuros.  Sin miedo...  dejando mi vida en tus manos,  seré tuya para siempre.  Seré el agua que calmará tu sed,  la lluvia que mojará tu alma,  y tu universo cada anochecer.  La luz de todos tus día, sin esas sombras oscuras, que tanto te cuesta vencer. Seré la antagonia de tu peor versión, que florecerá en tu jardín, perfumando todos tus días. Seré el desierto de tus lágrimas, empapando la tristeza, seré simplemente... siempre tuya. 

A LA SOMBRA DEL ÁLAMO  Se borraron tus huellas,  al filo del camino y entre las hojas secas, me senté. Sentí un escalofrío, recorriendo mi cuerpo y fue el viento, que fino, atravesó mi piel. Pasaron los minutos,  sentada en aquel edén y con lágrimas en los ojos, recordé los besos del ayer. Ya no canta el ruiseñor, ni de día ni de noche, ya no se siente el olor, del jazmín junto a mi porche.  Sé fue la primavera  y también el verano, se fueron aquellos pájaros,  que temerosos comían de mi mano. Sé fueron tus besos, hacia otros paramos y la desidia me acompaña, sentada a la sombra del álamo.

INCESANTE  Sedienta la noche de sombras,  ávida de recuerdos,  necesitada de tenerte,  al lado de mi cuerpo.  Se hace larga la espera,  de que aparezca el sueño y enredada en las sabanas,  por fin me venzo.  Y es cuando canta la alondra,  cuando más te recuerdo,  en el espacio infinito,  que madura en mi universo.  Suenan versos urdidos,  como hilos de acero y apareces descalzo,  con caricias en tus dedos.  Y creo morir en ese instante, cuando cubierta de besos, mi piel pide incesante,  que no te vayas lejos.  Que te quedes en las noches,  pegadito a mi cuerpo,  bajo las sabanas blancas,  que cubre mi lecho. 

DIME Dime si es pecado,  sentir el roce de tu piel,  cuando estás a mi lado y las mariposas ansiosas,  despiertan todas a la vez.  Dime... si es que te amo,  cuando clavas tus ojos al atardecer y el sol se despide cansado.  Dime... si es normal sentir tus abrazos,  cuando tú, a lo lejos,  sueles aparecer.  Y dime cual fue el hechizo,  de que manera lograste,  que en sueños me hicieras estremecer.  Cuando tú nunca me has pensado, nunca me has mirado con los ojos del querer. Será que dejé de estar en este mundo, abandona en mis sueños, ansiosa y temerosa, de perder. Dime si es pecado, soñarte una y otra vez, cuando el sueño divino, resbala por mi piel. Cuando aún sabiendo que no eres mío, no dejo de sentir tu ser y el sabor de tus labios, se agita frente a los míos sin razón.  Dime que me he enamorado, que la lucha la he perdido, que no hay batalla más dura, frente al horizonte de miel. Dime que no me amas,  que ya antes has sufrido y no quieres volver a perder.  Que el engañ

LO INTENTARÉ  Lo intentaré...  Sobrevivir a la distancia,  tenerte a medias y ser feliz.  Lo intentaré...  Quizás no sea fácil,  pero lo haré por ti.  Por tus cadenas,  por tus lazos de sangre,  porque sí. No pude tenerte antes, pero aprovecharé los momentos, que aún quedan por vivir. Lo intentaré... No te prometo nada, solo lo intentaré.  Miéntras tus palabras me ilusiones,  aquí estaré.  Oculto entre la gente,  que no entiende del querer.  Lo intentaré... Sabes bien que lo haré. Y mientras la vida me regale, un espacio de tu tiempo, aquí seguiré. Soñando con los momentos, donde pueda sentir tu piel. Acompañado de la soledad que siento, cuando estás con él. Lo intentaré... Aunque el susurro del viento, me arranque la piel.  Aunque la locura que siento,  no la pueda contener, lo intentaré... Una y otra vez.

Al ABRIGO DE LA NOCHE Encendidas ya las luces de la noche, tus besos saben a mis rincones, y no hay sabor más dulce, que penetre en los corazones. Cuerpo a cuerpo, sabor intenso, dulce sabía que embriaga, como el aroma que entra, por esta, nuestra ventana. Y la noche se hace día, llena de placer en la cama y amanezco distraída,  abrazando mi almohada.  Ya no estás,  ya te has ido y por momentos siento nostalgia,  de este amor prohibido.  Que conduce a la locura,  llenándome de delirio,  arropada por las sabanas,  que cubren nuestro nido.  Y anochece en la calma,  acurrucada por de frío,  sin saber si hoy vendrás,  a pasar la noche conmigo. 

SIEMPRE TÚ  Y cuando por fin nos quedamos solos, después de esta fiesta que unió nuestras almas y nuestros cuerpos,  el jardín del deseo floreció.  Llegaron los besos más dulces, las lágrimas de alegria y los sentimientos más puros.  Tú eras mía y yo tuyo, con las alas dispuestas para volar, sabiendo en todo momento,  donde se encontraba nuestro nido. Nuestro camino se unió en uno solo, con proyectos juntos, con mil batallas que sortear.  Y el paso de los años,  nos mantenía más unidos,  saboreando el fruto de nuestro amor,  nuestros hijos.  Y ahora que aprendieron a volar y nuestros cuerpos ya no son los mismos,  he de decirte una gran verdad,  vendigo el día en que nos conocimos.  Fuiste tú quien me enseñó a amar,  quien guió mi camino,  la que me regaló cada despertar,  siempre tú, amor mío. 

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Montserrat García Pino imprime en este poemario un corazón ávido de amor en la incesante brega que se produce entre la presencia y la ausencia del amado. Por su parte, el ser amado se convierte en objeto de inspiración y en la materia literaria primordial para la composición de las más de cien poesías contenidas en estas páginas. Se trata, en definitiva, de una antologia de poemas de amor y desamor que enternecen, ilusionan y encienden el deseo de compartir las experiencias y vivencias que García Pino nos traslada con suma destreza.  En unos días en la mejores librerías.