El caudal de las letras

DÉJAME DORMIR SOBRE TU OMBLIGO.  Déjame dormir sobre tu ombligo,  que necesito sentir tu piel  te prometo que no haré ruido,  solo deja que me pose sobre él.  Así es más fácil soñar contigo, abrazada piel a piel, con mis labios aún dormidos, en silencio te diré. Todas las cosas que voy soñando y mis deseos de mujer, los momentos que te he robado, fingiendo no querer.  Pero déjame dormir sobre tu ombligo, que así te haré estremece, abrázame si tengo frío, pero no me separes de tu piel. Que la noche es oscura y no te puedo ver,  deja que abrace tu cintura,  que no me quiero caer.  Quiero vivir en tu ombligo,  quiero vivir en tu piel,  quiero que seas el cautivo,  que me haga florecer.  Que me beses si estoy dormida,  si estoy despierta también, y que trences mi melena,  para que mi cara puedas ver.

QUÉDATE UN POCO MÁS.  Aún recuerdo aquella noche, jugando a esconderse.  Coincidimos en el mismo rincón, de aquella casa vieja. Era un verano austero, donde cazabamos gusarapos y murciélagos.  Éramos muy niños, pero aún lo recuerdo. No he vuelto a verte desde entonces y muchas veces pensé, que habrá sido de él. Tú te acurrucaste conmigo  y me abrazaste,  los dos sentados en el suelo. Sentí el calor de tu cuerpo y el susurro de tu voz. Mi mente recogió ese momento, archivándolo en mi memoria. Y es por eso que me acuerdo. Recuerdo perfectamente esa sensación, el tiempo se detuvo durante una eternidad, tus manos cogían las mías y las miradas se cruzaron sin más. A lo lejos de escuchaban nuestros nombres, pues ya habían dejado de jugar. Sentí estremecer tu cuerpo y a pesar de ello no me sentí mal.  Eras tan alto que me agarrabas como a un osito,  sentía tu respiración agitada y tu voz temblorosa,  diciendo... No te vayas, quédate un poco más.

¿QUÉ LE PASARÁ A LA LUNA?  He visto a la Luna, hoy a la noche llegar tarde,  traía la sonrisa oculta y un brillo indescifrable.  ¿Qué le pasará a Luna?  Seguro que sueña con alguien,  porque reconozco esa mirada,  en los ojos de un amante.  Y baila entre la oscuridad,  de un negro cielo errante,  salpicado de miles de estrellas,  de nubes y de Marte.  ¿Qué le pasará a la Luna?  Que brilla mucho más que antes y tiene manchas oscuras,  quizás de besos de alguien.  Seguro que se ha enamorado,  como lo estuvimos tú y yo antes,  porque al mirarla yo veo,  un rubor incesante.  ¿Qué le pasará a la Luna?  Que ahora siempre llega tarde,  será que no quiere salir de esos brazos,  tan cálidos como el aire. Hoy la Luna no ha salido,  no quiere acompañarme,  pero eso no me quita el sueño,  porque estará, en brazos de su amante. 

SONRISA DE MUJER.  Ven... Que haremos café,  sacaré las tazas buenas y unos bollos de miel.  Abriré todas las ventanas,  para que puedas ver,  como suena tu ausencia,  en las curvas de mí piel.  Y si me permites, lloraré,  contándote mis penas,  de todo lo que sufrí ayer.  Ven... Que no te comeré, pasaremos un buen rato, hablando y tomando café. Pero necesito tu sonrisa, y mis palabras de papel, las notas de tu guitarra y los recuerdo del ayer. Porque los sueños no regresan, si no los escribes en la piel, formando esas arrugas,  que te permiten crecer.  Alimentando la esperanza,  aliñada con jerez,  un beso de tus labios,  y mi sonrisa, de mujer.

VETE.  Despéjame el alma, saca tus cosas y vete,  busca tu camino fuera de mí. Agarra todo aquello que me hizo daño y no te olvides de ser feliz.  Aléjate...  No te quiero en mi mundo,  abandona mis sueños y déjame sonreír.  Y buscaré en el arcoiris,  otro mundo menos gris,  abandona mi alma,  si no lo haces por mi, hazlo por ti.  Pero vete... Deja que el sueño me lleve, que me aleje de ti,  que encuentre la luz de la Luna y que brille solo para mí.  Que me invada la locura,  que a tu lado yo perdí,  quiero sentir la frescura,  de comienzos de abril.  Quiero vivir una historia ,  de una vida sin fin, por eso vete y olvida, que yo existí. 

SEPTIEMBRE.  ¿Por qué septiembre? Porque me invade la frescura,  de un cálido verano  y la lluvia llena mi cuerpo,  de un aroma nostálgico.  Las noches se hacen más largas,  llenando de luces las calles,  hallando rincones oscuros,  donde poder besarte.  ¿Por qué septiembre?   Porque el paisaje toma ese color pajizo,  cubierto de rojos, marrones y verdes.  Y no sé si lo recordarás,  pero fue en septiembre,  cuando tus ojos miraron los míos  y supieron reconocerse.  Dos almas,  dos cuerpos,  de un amor reverente.  ¿Por qué septiembre?  Porque las playas están vacías  y los caminos sin gente.  Y parece que el mundo sea nuestro,  viajando por los senderos,  uniendo nuestras manos,  hacia un amor verdadero.  Por eso... prefiero septiembre.

PROMESAS.  Me gusta cuando pintas mi alma y el recuerdo de un ayer descansa, tus manos son pinceles que acarician, que hacen reír mi mirada. Y así soy feliz... veo el reflejo de la esperanza, que dormida entre colores, me despoja de la añoranza. Y vivo a tu lado convencida, que no fue una historia destruida, cuando nadie apostaba por lo nuestro, vas... y me vuelves a enamorar. Yo que nunca dije "te quiero", palabras que no quise pronunciar, ahora me quito el sombrero  y contigo vuelvo a bailar.  Danzas de antiguos guerreros,  de propósitos sumidos en duelo,  que me hacen respirar.  Me gusta cuando me miras y finjo estar distraída,  la sonrisa de tus ojos,  me vuelve a enamorar.  Y lo nuestro fue el destino,  que me quitó el vestido,  ya que tú no me querías desnudar.  Vuela el amor entre nosotros, cuando pintas de colores mi alma y las mariposas ahogan,  dejándome sin respirar.  Y ahora digo te quiero,  porque así yo lo siento  y estoy convencida, que nada nos va

NO TE OLVIDES DE LOS SUEÑOS.  No te olvides de alumbrar mis sueños, eres el faro de mi tempestad, la luciérnaga que alumbra mi noche,  para que en colores pueda soñar. Solo enciende tu luz, que yo me ocupo del resto, con mi imaginación y deseo, los sueños serán perfectos. Agarraré tu mano y volaremos a tres metros del suelo, haciendo piruetas acrobáticas, nos amaremos en el cielo. Cuando despierte, recordaré con fuerza este sueño, lo escribiré en mi cuaderno, para no olvidarlo. Y así noche tras noche, escribiré la historia de nuestro amor, que surgió de los sueños, que compartíamos tú y yo.