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Mostrando entradas de abril, 2020

SI YO TE CONTARA.

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SI YO TE CONTARA. Si yo te contara... a qué huelen mis pétalos. Si te contara... el porqué de mi danza al viento. Dulce movimiento, que el aire da la vida. Si yo te contara, porque sigo arraigada a la tierra. Tierra que me alimenta y me hace sentir viva. Si yo te contara, porque soy feliz con la lluvia. Si yo te contara... que nací flor en primavera. Que fui capullo verde intenso, entre un verde campo de trigo. Y ahora soy amapola roja, que baila, suspira y derrama su polen, resistiéndose a la cosecha. Si yo te contara, que volveré cada año a colorear el prado, como esas golondrinas que vuelven cada año. Si yo te contara... cuanto amor sentirías, por este campo de trigo, donde sin sueño yo dormiría. Si yo te contara, que eres espiga de trigo y que bailamos juntos al viento. Que sentirías si yo te cuento, que eres vecino del Sol y qué eres mi tormento. Que eres quien me acaricia cada tarde y sin darte cuenta rozas mis pétalos. Si yo te contara, quizás me verías y te darías c

Relato

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Me vendó los ojos con la liga negra de blonda y comenzó a desnudarse. Mi ojos parecían salirse entre la suave tela, deseosos de devorar cada rincón que aparecía ante mí. Se quitó las pequeñas braguitas que cubrían su sexo y me las lanzó sobre la cara. Un aroma sensual me atrapó como a un insecto en una tela de araña.

MI LUCHA, NUESTRA GUERRA.

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MI LUCHA, NUESTRA GUERRA. Yo nunca he vivido una guerra. Pero mi madre sí y me contaba tantas historias. Tantos momentos donde escaseaban comida y juegos. Historias vividas desde una niñez apresurada. Donde se aprendía a ser mayor con apenas siete años. Donde si se jugaba, era en el campo de batalla. Se luchaba por poseer el mandato de un pueblo. Y por defender sus derechos. Pero esta guerra es diferente. Se lucha por la vida, contra un enemigo invisible. Capaz de segarlas, sin apenas hacer ruido. No deja mutilaciones, ni cicatrices, solo cadáveres. No permite que te acerques a tus seres queridos, muriendo alejados de ti. Se alimenta de los mayores y de las personas con problemas de salud. No distingue entre razas, ni etnias. Te encierra entre cuatro paredes, aislandote del mundo, privandote de trabajos y de tantas cosas... Cuídate de este enemigo, porque si logras salir, habrás vencido.

TREMENDA SOLEDAD.

TREMENDA SOLEDAD. Inmersa en un glaciar de emociones, donde el sonido de tus canciones, me hacen volar. Siento el frío, de un invierno oscuro, tejiendo el refejo de la tempestad. Tu nombre... suena con fuerza en mi mente y de repente, deja paso a la soledad. No estás a mi lado y si alguna vez lo estuviste, fueron momentos para recordar. Aquel búnker donde nos amamos, con tanta fragilidad, dime ahora donde están tus manos, que te necesito abrazar. Arrancar este frio intenso, que necesito respirar, el aliento perdido del Cierzo, que nunca más volverá. Te he estado buscando en mi nido y entre las plumas hallé un glaciar, telarañas en barro urdido, sedimentos, por secar.

LA VERDAD MAL USADA

LA VERDAD MAL USADA.  Me encuentro...  en ese océano de pensamientos,  que me ahoga y no es el agua que tengo en mi garganta, si no todo ese amor que aún siento y me arrastra en la venganza. Me ahoga la mentira, la insidia premeditada, las palabras obsoletas, que pronuncias cuando me hablas. Y pierdo la inocencia, de niña mal criada, cuánto escucho tu nombre, en boca desnudada. Siento la rabia de un gesto, de una letra mal usada, cuando dices que me quieres y no sabes de que hablas. Solo quieres el desierto, de unas manos anudadas, con obscenas intenciones, en un lado de tu cama. Y quemas las ganas de mí cuerpo, con cuatro frases mal sonadas, buscando tu placer etéreo, para decir luego que me amas. Y mis miedos dicen que es mentira, que te entregas a otras alas, con la misma intensidad, que describe tu mirada. Y ahora ya no me confunde y me hace ser despiadada, cada vez que buscas algo y no te entrego nada.

SE DETIENE EL TIEMPO.

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SE DETIENE EL TIEMPO. Se detiene el tiempo, en el umbral de la noche y la cúpula plata y negra, dibuja el cielo limpio, sin nubes. El mar riza las olas y su sonido acuna al viento y es en ese momento, cuando tus ojos grises, gritan... A la llamada del tiempo. Tienes miedo, de que mis manos te hablen, de que mis labios te digan, de que mis sueños te atrapen... Y el tiempo se detiene, a pesar de tu ira y yo sembrando de besos, todas tus heridas. Todos tus rincones, como cada dia, hasta que llega la noche y te hago mía.